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Así influye la temperatura en nuestra percepción de la publicidad

percepción de la publicidad

Cada vez que nos adentramos en el apasionante proyecto de crear una campaña de publicidad debemos tener en cuenta muchísimas variables.

Tratar de ajustar el mensaje al máximo hacia el público al que va dirigido, conseguir una historia lo más efectiva, escoger los canales en los que vamos a lanzar la acción son algunos de los elementos que harán que nuestra campaña funcione o no lo haga.

A menudo, ni siquiera teniendo todos estos puntos bajo control nos estamos asegurando que la acción acabe triunfando. Y es que el contexto de todos aquellos a los que nos dirigimos con cada mensaje publicitario también es capaz de marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso.

Recientemente algunos estudios dejaban patente que igual que nuestros niveles de receptividad no se mantienen impertérritos ante los cambios de ánimo, tampoco lo hacen ante los cambios de temperatura. De ahí que cada vez más anunciantes y agencias de publicidad y marketing estén pendientes de la meteorología a la hora de decir cuándo lanzar una campaña, así como si deben adelantarla o atrasarla.

Porque lo que informes como los revelados por la Massey Business School no dejan mucho margen a la interpretación: Los consumidores asimilan mucho mejor los mensajes cálidos cuando las temperaturas son más frías, y al contrario.

También parece demostrado según este mismo estudio que los mensajes que tratan de transmitir sentimientos positivos, tales como el amor o la felicidad funcionan bastante mejor cuando las temperaturas son bajas o que los que se sirven de mensajes en los que se apela al miedo o a la soledad lo hacen mejor cuando la meteorología nos proporciona ambientes más cálidos.

Eso es lo que han reportado los sujetos de estudio después de haberse separado en dos grupos: Unos a los que se sometía a distintos impactos publicitarios en habitáculos más fríos y otros a los que se les enseñaban los mismos en otros más cálidos. Era tras esta exposición cuando se conocían las reacciones de unos y otros.

Además de las conclusiones más evidentes señaladas anteriormente, otro asunto que la responsable del estudio subrayaba durante la presentación del mismo es que, si algo ha quedado demostrado, es que las multinacionales no deberían emplear los mismos anuncios en los territorios más gélidos y en los más calurosos, independientemente de que quieran informar en los dos polos de un mismo lanzamiento “aunque los dos países sean económica y culturalmente similares”.

Cabe recordar que, en un estudio presentado antes que al que venimos haciendo referencia, ya se señalaba que los días de lluvia las interacciones en redes sociales se multiplicaban en comparación con las reportadas en los días de más sol. Hablamos, concretamente, de un 42% más durante estos dos días, independientemente de la estación en la que se tomaban los imputs.

Porque, curiosamente, es en los días de verano con lluvia cuando más aumentan los registros de interacciones en las plataformas sociales mejorando en un 90% los registrados los días de mayor exposición solar.

En cuanto al aumento de las compras, también se ha detectado que los días de mayor inestabilidad meteorológica aumentan notablemente las compras en línea. Hasta tal punto es así que los mejores datos cosechados por los comercios electrónicos han llegado en los inviernos en los que el mal tiempo ha sido una constante.