Ser tu propio jefe tiene ventajas e inconvenientes
¿Quién ha oído hablar del teletrabajo?
En la última década, el teletrabajo ha ganado cada vez más popularidad en todo el mundo. La pandemia de COVID-19 aceleró este proceso, ya que muchas empresas se vieron obligadas a adoptar el trabajo remoto para garantizar la seguridad de sus empleados y cumplir con las medidas de distanciamiento social. Sin embargo, incluso antes de la pandemia, el teletrabajo estaba en constante crecimiento debido a los avances tecnológicos y la creciente demanda de flexibilidad laboral.
Es fácil intuir su significado…pero implica más que un trabajo a distancia. Es una forma flexible de organización del trabajo que consiste en el desempeñar la actividad profesional sin la presencia física del trabajador durante una parte importante de su horario laboral. Esta forma implica el uso de métodos electrónicos de procesamiento de la información y comunicación permanente entre el teletrabajador y la empresa.
Como la mayoría de las cosas, tiene ventajas e inconvenientes. El trabajador puede ser su “propio jefe”, la empresa ahorrará costes y espacio y se ahorrará tiempo y dinero en desplazamientos.
Pero el empleado debe ser autodisciplinado y responsable para realizar el trabajo, puede producir sensación de aislamiento y la empresa tendrá más dificultades para motivar a los trabajadores a distancia.
Las ventajas del teletrabajo son numerosas tanto para los empleadores como para los empleados. Entre las ventajas para los empleadores, se encuentran la reducción de costos en alquiler y mantenimiento de oficinas, así como la mayor productividad de los empleados. Los empleados, por su parte, disfrutan de mayor flexibilidad en cuanto a horarios y ubicación, lo que les permite conciliar su vida laboral y personal de manera más efectiva. Además, el teletrabajo puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la calidad de vida de los empleados, lo que se traduce en un mayor compromiso y retención de talentos.
Sin embargo, también existen desafíos y riesgos asociados al teletrabajo. Uno de los principales desafíos es mantener una comunicación efectiva entre los miembros del equipo y asegurarse de que todos estén en la misma página. También es importante asegurarse de que los empleados cuenten con el equipo y la tecnología adecuada para realizar su trabajo de manera efectiva. Además, la falta de interacción social y la desconexión de la cultura corporativa pueden afectar negativamente el bienestar de los empleados.
Casi se puede adaptar el teletrabajo a cualquier actividad. Las tareas que se puedan reducir a un formato digital pueden realizarse a distancia. Algunos estudios aseguran que en nuestro país son más de 160.000 teletrabajadores y más de 1,2 millones en Europa. Este será el futuro de una buena parte de los actuales empleados.