Fuentes: ADECCO y Revista Emprendedores.
Emprender es una de las actividades más apasionantes que puede realizar una persona, sin embargo, no es una tarea fácil. Requiere dedicación, esfuerzo, perseverancia y, sobre todo, un espíritu emprendedor. ¿Pero qué es realmente este espíritu emprendedor y cómo se puede desarrollar?
El espíritu emprendedor es la capacidad de tener una visión clara de un futuro deseado y la disposición de trabajar incansablemente para hacerlo realidad. Implica la capacidad de tomar decisiones arriesgadas, la creatividad para encontrar soluciones a los desafíos y la habilidad para adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado.
Para desarrollar un espíritu emprendedor, es necesario cultivar algunas habilidades clave. La primera de ellas es la capacidad de pensar de manera innovadora. Esto significa ser capaz de ver oportunidades donde otros ven problemas, y de encontrar soluciones creativas a los desafíos que se presentan.
Aunque el emprendimiento puede ser una actividad solitaria en sus etapas iniciales, para llevar un negocio al éxito se necesita un equipo comprometido y talentoso. Los emprendedores exitosos saben cómo construir y liderar equipos sólidos, y cómo delegar tareas de manera efectiva.
En España, el 69% de los jóvenes tiene en mente crear su propia empresa. A la hora de emprender, tan solo el 20% confía en su capacidad y se considera en las condiciones adecuadas para hacerlo.
Los jóvenes diferencian entre negocios online y negocios físicos. La combinación de ambos mundos empresariales es la opción preferida para un 45% de los futuros nuevos empresarios españoles.
Las ayudas del gobierno están cada vez más solicitadas pero poco más del 20% de las personas conocen las verdades medidas del Estado para poner en marcha una empresa de nueva creación.
Con estos datos podemos extrapolar que los jóvenes en España tienen ideas de negocio pero, la mayoría, no se atreven a dar el paso ya que desconfían de sus capacidades y de que la empresa pueda llegar a funcionar.