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La imagen de la mujer en la publicidad

¿Es igual la publicidad para hombres como para mujeres?

-Uno de los últimos anuncios de Tampax en España consiguió llegar a ser analizado por Autocontrol al presentar a la mujer “de manera estereotipada y denigrante”.

El segmento de la población al que van dirigidos los anuncios de las grandes empresas determina mucho el tipo del mensaje que se va a dar. Pero, ¿esto debería variar tanto si somos hombres como si somos mujeres?

Hoy en día se sigue abusando de los estereotipos y las imágenes clichés que dejan al público femenino en desventaja a la hora de lo que a igualdad se refiere. En la publicidad, los anuncios siguen gozando de un ligero toque sexista que nos remontan a la publicidad de hace 40 años, donde la mujer era la encargada de publicitar productos de limpieza, ya que, como perfecta ama de casa es la que conoce qué marcas son las idóneas para hacer desaparecer la cal, eliminar la grasa de las prendas de ropa o sacar más brillo al suelo de la cocina. Aunque eso sí, el experto de la eficacia del producto se atribuye a un hombre.

 

Sucede lo mismo con aquellos mensajes publicitarios donde se refleja a la mujer como la perfecta madre que está siempre al servicio de los suyos adelantándose a todas sus necesidades y entregándose en cuerpo y alma a su trabajo, el de cuidar de su familia. Y también los anuncios de la higiene íntima y el uso de compresas no se escapan de esta clasificación, donde el lenguaje se muestra sumamente cuidado y las nubes y el color inmaculado son los protagonistas, junto con la sonrisa y la felicidad de la que sufre el periodo.

 

Aunque cierto es que la tendencia parece estar cambiando y que campañas como las llevadas a cabo por Dove y la mujer sin complejos y, Pantene han ayudado mucho a enterrar las ideas preconcebidas que del sexo femenino se vienen arrastrando, es curioso analizar la campaña de Paco Rabanne y su famosísimo perfume para hombre y mujer One Million donde muestra las necesidades del hombre totalmente distanciadas de las de la mujer.

En un ambiente donde un solo chasquido de dedos hace aparecer todo lo que se anhela, la campaña nos muestra cómo las necesidades de la mujer distan mucho de las del hombre. Éste se rinde a las banalidades del juego, el dinero y los coches, a la par de conseguir con un mismo chasquido que cualquier mujer se desnude ante él. Es decir, el hombre como macho dominante consigue todo lo que se propone. Amor, dinero, lujo…

Por el otro lado, la imagen de la mujer que se refleja en este anuncio es aquella que sólo busca calzar los mejores y más selectos zapatos, ser el centro de atención de cara a la galería, y conseguir anillos grandes y brillantes. Es decir, la vanidad por la vanidad en su máximo esplendor.

Con todo esto, parece ser que aunque grandes marcas apuesten por fomentar la imagen de la mujer de la misma forma que la del hombre, pateando estereotipos y evolucionando cada vez más en el mensaje, lamentablemente se sigue apostando por lo sencillo y por lo fácil y en eso es donde más se debería luchar y otorgar el puesto que la mujer merece en la publicidad.