Como consecuencia de la ingente saturación de impactos publicitarios a los que todos estamos sometidos todo el tiempo, muchos soportes publicitarios convencionales podrían acabar muriendo, o al menos mutando.
Eso es, al menos, lo que vienen advirtiendo distintas empresas de publicidad y marketing en relación a la exhibición callejera de contenidos promocionales, tales como ocurren con los paneles, los rótulos impresos o incluso los pósteres.
La razón no es otra que la pérdida de atención de estos soportes por parte de una audiencia acostumbrada a verla a diario. Algo que ha obligado a los publicistas a pensar en alternativas, cómo no, de la mano de la electrónica.
Es así como, por ejemplo, se han venido introduciendo los rótulos electrónicos, los paneles a través de LED y los escaparates que reproducen contenidos digitales.
Y es que, en este tipo de publicidad, la visibilidad es clave y, según los expertos que han venido estudiando el retorno de este tipo de acciones, han podido comprobar como la evolución digital de la publicidad exterior está atrayendo a cada vez más posibles clientes, además de fidelizar a los que ya lo son.
Para darse cuenta de este cambio que ya se está produciendo en muchas ciudades tan solo hay que darse un paseo por los distintos centros neurálgicos de estas para ver cómo cada vez son más los rincones que cuentan pantallas LED para exteriores con el fin de transmitir mensajes publicitarios en plena calle.
Estos rótulos electrónicos se erigen como uno de los recursos mejor valorados ya que, independientemente de su tamaño, logran llegar a una mucha mayor cantidad de público debido a la atención que generan, además de hacerlo de una manera no exageradamente invasiva.
Los anuncios con pantallas LED llaman más la atención que los rótulos convencionales
Tal y como aseguran los últimos trabajos al respecto, los anuncios publicitarios emitidos desde pantallas electrónicas en exteriores llaman mucho más la atención que el resto de soportes analógicos. La luminosidad, el movimiento y su estratégica colocación tendrían gran parte de la culpa de este éxito.
Y es que, si algo está claro es que, con este tipo de anuncios, además de que las posibilidades a la hora de crear una promoción se multiplican, es mucho más más fácil atraer la mirada durante unos pocos segundos.
Si bien parece evidente que la desaparición de los rótulos convencionales está todavía muy lejos de hacerse realidad, dada la buena aceptación que estos siguen teniendo -sobre todo aquellos que están colocados en lugares estratégicos que gozan de gran tráfico de personas- lo cierto es que las tendencias sí que hablan de un trasvase de clientes desde lo analógico hacia lo electrónico.
Algunos, los más avezados, ya hablan de que no pasarán muchos años hasta que todos los impactos publicitarios que recibamos en exteriores sean electrónicos. Para cuando eso suceda, y para evitar que también nos acostumbremos a ellos, seguro que los publicistas ya han encontrado una nueva forma de llamar la atención.