Dentro de la publicidad directa encontramos distintas estrategias destinadas a hacer llegar una comunicación publicitaria a un público determinado garantizando que el soporte arriba a las manos del público al que se dirige el anunciante se encuentra el perching, un primo hermano del buzoneo y que, para muchos publicistas, resulta más atractivo que el ‘original’.
Para empezar por el principio definiremos el perching. Esta es una técnica de marketing directo que consiste en colocar un folleto publicitario troquelado especialmente para que quede una parte dentro del buzón y otra fuera. Es precisamente este troquelado especial el que la diferencia del buzoneo, ya que a diferencia de este tiene la capacidad de informar sobre aquello que desea el anunciante desde antes abrirse en buzón e incluso sin que se llegue a abrir este.
Además de su innegable mayor capacidad para llamar la atención, adentrándose en el campo visual de los potenciales clientes, el perching requiere la elaboración de dos mensajes en un mismo soporte. Por uno, el que debe colgar por fuera y que debe ser lo suficientemente atractivo como para que a quien vaya dirigido le den ganas de tirar de él o abrir el buzón y seguir leyendo. Por otro, el que está oculto y que viene a completar la información tras el llamativo anuncio de la zona visible y que debe ser capaz de empujar a un público objetivo a saber más sobre ese producto o servicio e incluso a efectuar una compra.
Así pues, el perching se sirve de un soporte cuya visión de la oferta es claramente superior a la que ofrece el buzoneo, lo que también se traduce en mayores niveles de recuerdo, tanto por el tipo de mensaje que se imprime en la parte troquelada, como por la cantidad de veces que los vecinos pasan por la zona de buzones sin poder evitar clavar sus ojos en ese mensaje expresamente elaborado para llamar la atención y querer saber más sobre lo que nos contarán más adentro.
En cuanto a su diseño, el perching debe contar con un peso y unas dimensiones que garanticen su colocación, tanto en el interior del buzón como fuera, sin caerse, y dejando el mensaje claramente visible para que los potenciales clientes lo vea con facilidad. Además, exige el trabajo de los creativos ya que un perching que no es capaz de llamar la atención rapidamente con una llamada a la acción no sirve de nada. De hecho, como indican algunos estudios, puede incluso llegar a generar el efecto contrario.
El perching como soporte publicitario
Además del perching habitual, creado para colgar de los buzones, encontrarmos el perching en motocicleta, capaz de hacer aún más atractivo e impactante el mensaje al estar situado en la vía urbana y sobre un medio de transporte en el que llama la atención encontrar soporte publicitario alguno.
Sea como fuere, cabe recordar que, habitualmente, el coste de las acciones de perching, aún siendo mucho más bajo que la mayoría de publicidades, es algo superior al del buzoneo tradicional.
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