Me llamo Javier, y tengo una panadería en Dos Hermanas, una ciudad con alma sevillana, costumbres de barrio y más de 130.000 personas que aún valoran el pan de verdad, recién hecho, y con sabor a horno de toda la vida. Llevo años horneando barras, molletes, hojaldres y bollería casera. Pero llegó un momento en el que las ventas empezaron a caer. Veía menos gente entrar, y muchos de los de siempre habían dejado de pasar.
Pensé que estar en internet era la solución… y no lo fue
Como muchos, creí que tenía que ponerme al día, empecé a usar redes sociales, reels, sorteos, incluso abrí una tienda online. Invertí en fotos, en publicaciones y hasta en promociones. Pero los likes no se convertían en clientes.
Recibía comentarios desde otras provincias, gente que decía “¡Qué pinta tiene eso!”, pero no vivían ni cerca. Lo peor de todo, es que cada semana subían las estadísticas… y bajaban las ventas. Y ahí me cayó la ficha. Estaba tan ocupado “haciendo ruido en internet” que me olvidé de algo fundamental, hablarle a mi barrio, a los que realmente pueden venir caminando a por pan caliente.
Fue entonces cuando conocí a Publidirecta, una agencia especializada en marketing directo. Me ayudaron a replantear todo, ya que, no necesitaba seguidores, necesitaba volver a ser visible para los vecinos.
Acciones que hicieron que mi panadería volviera a oler a hogar
Publidirecta me ayudó a implementar una serie de estrategias que las pusimos en práctica y todo empezó a mejorar.
- Folletos con sabor a tradición: Creamos unos folletos visuales, con fotos reales de mis productos, como pan rústico, dulces de temporada… y un diseño que abría el apetito solo con verlo. Los repartimos en las casas cercanas, con un mensaje claro: “El pan de siempre, más cerca que nunca”.
- Cupones: Incluimos un cupón de 5€ de descuento para compras superiores a 40€. ¡Funcionó de maravilla! Vecinos que no venían desde hacía años se animaron, y muchos entraron por primera vez.
¿Por qué los cupones funcionan tan bien?
Los cupones no son solo un reclamo; son una estrategia inteligente y muy efectiva, especialmente a nivel local. Según un estudio de Nielsen sobre el poder de las promociones, el 84% de los consumidores afirma que las promociones influyen directamente en su decisión de compra. Además, un 59% asegura que cambiaría de marca si la competencia ofrece un cupón más atractivo.
Por su parte, ShopFully señala que tanto los cupones impresos como los digitales incrementan notablemente el tráfico en tiendas físicas. Más del 70% de quienes los utilizan acaban comprando también productos que no tenían planeado llevarse, lo que se traduce en mayor ticket medio por visita.
Carteles en comercios amigos: Pusimos carteles bonitos en tiendas vecinas, como fruterías, peluquerías, papelerías… con frases como “¿Huele a pan recién hecho? Estamos a dos calles”. Sin presión de venta, solo presencia amable.
Mensajes en la acera: Con tizas, dibujamos flechas y frases simpáticas desde la plaza hasta mi tienda: “Sigue el aroma” o “Un desayuno feliz está a 30 pasos”. La gente sonreía al leerlos… y caminaba hacia nosotros.
Detalles para los peques: En días clave como el Día de Andalucía o la vuelta al cole, preparamos mini pasteles con pegatinas y los repartimos a la salida del colegio. Cada uno llevaba un cupón familiar.
Estrategias para seguir en contacto con mis clientes
Además de lo que hicimos con Publidirecta, también empecé a probar otras ideas que me recomendaron:
- Bolsas con mensaje: Cada bolsa que damos tiene una frase diferente: “Gracias por apoyar al comercio local”, “Tu compra tiene sabor a barrio” o “Hecho con amor, como antes”. La gente las colecciona, y eso me encanta.
- Grupo de WhatsApp: Creé un grupo donde comparto las ofertas semanales, nuevos productos y curiosidades. La gente participa, pregunta, y ya hasta me piden encargos por ahí.
- Pizarra para que los clientes escriban: En la entrada del local, pusimos una pizarra para que los clientes que entraban a comprar, dejen una frase que sea acerca de nuestro negocio, productos, etc. Y así interactuar más con nuestros clientes.
Hoy mi panadería no solo ha recuperado ventas, sino algo más importante, el cariño y la cercanía de mi comunidad.