Branding es un término que ha tomado un gran protagonismo en el mundo empresarial y del marketing en los últimos años. Se refiere al conjunto de estrategias y acciones que se llevan a cabo para crear, desarrollar y posicionar una marca en la mente del consumidor. El branding no se limita a crear un logotipo o un eslogan, sino que abarca toda la imagen y personalidad de la marca, desde la forma en que se comunica con su público hasta la calidad de sus productos y servicios.
Se trata de la estrategia a seguir para gestionar los activos vinculados, ya sea de manera directa o indirecta, a un nombre comercial y su correspondiente logotipo o símbolo.
El objetivo del branding es construir una marca fuerte y reconocida, capaz de diferenciarse de la competencia y generar lealtad en los consumidores. Para lograrlo, es necesario trabajar en distintos aspectos que conforman la identidad de la marca.
En primer lugar, es importante definir la propuesta de valor de la marca, es decir, lo que la hace única y atractiva para su público objetivo. Para ello, se deben identificar las fortalezas y debilidades de la marca y del mercado en el que se desenvuelve, y en base a ello, establecer una estrategia de posicionamiento.
En segundo lugar, es fundamental trabajar en la identidad visual de la marca. Esto incluye el diseño del logotipo, la selección de colores y tipografías, la creación de un manual de identidad visual y la aplicación coherente de estos elementos en todos los puntos de contacto con el público.
Estos factores influyen en el valor de la marca y en el comportamiento de los clientes. Una empresa cuya marca tiene un alto valor, una fuerte identidad corporativa y un buen posicionamiento en el mercado será una fuente de ingresos estable y segura en el largo plazo.
Sobre todo lo que busca el branding es resaltar el poder de la marca, aquellos valores de tipo intangibles, como la singularidad, la creatividad, credibilidad,etc.., valores que les permiten diferenciarse de otras empresas.
Lo que el branding intenta hacer es subrayar dichas cualidades que la marca trasmite al cliente y que constituyen su fortaleza. De esta manera, el consumidor asocia una marca con un valor.
Los diez principios del branding:
Según Anthony Mitchell, éstos son los diez principios que debe respetar cualquier estrategia de marketing.
1. Fijar un nombre acorde con los objetivos del mercado.
2. No copiar otra marca.
3. La marca debe estar en armonía con el dominio de Internet.
4. No usar prefijos tontos.
5. Escapar del ruido de fondo.
6. Obedecer las reglas de la gramática.
7. Evitar connotaciones negativas.
8. Crear nombres de marcas fáciles de recordar y de pronunciar.
9. Conseguir que nuestra marca se entienda y acepte de forma interiorizada.
10. Probar primero.
En conclusión, podemos decir que el branding, es un proceso exhaustivo y complejo para resolver un problema que muy pocos perciben, y de cuyo éxito depende en gran parte el de las empresas. Una marca fuerte y reconocida no se construye de la noche a la mañana, sino que es fruto de un trabajo constante y bien enfocado.